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El suelo, el origen de todo cultivo

En esta entrada voy a dedicarle todo mi tiempo y esfuerzo al suelo. Es, bajo mi punto de vista y el de muchos escritores y estudiosos de la agricultura, la fuente de origen de vida vegetal. No es que sea insustituible (como se puede ver en los cultivos hidropónicos), pero de cara a las plantas que se cultivan sobre tierra, el mayor condicionante de su desarrollo.

En el desarrollo de una planta intervienen muchísimos factores, ya sea el clima, el agua, el suelo, la actividad microbiana, la fertilidad, las labores de cultivo por parte del agricultor, etc.

El agua puede ser más dura o más blanda, el clima (que también es muy importante) puede ser frío, caluroso, húmedo o seco, el agricultor lo puede estar haciendo mal, etc, pero aun así, puede haber una oportunidad para que la planta crezca si el suelo ofrece las mejores condiciones.

suelo agrietado y erosionado

Por contra, un suelo de mala calidad, con mal drenaje, pH fuera de los niveles sobre los que se mueven los cultivos, seco, pedregoso, sin contenido en materia orgáncia, etc., supondrá el fracaso estrepitoso del esfuerzo del horticultor.

No importa que el clima sea el indicado para dicho cultivo, el agricultor sea experimentado ni se disponga de toda el agua necesaria y de gran calidad, será muy difícil cultivar ahi.

Las condiciones que afectan a un suelo

Un suelo está formado por muchas propiedades y elementos vivos e inertes que condicionan su calidad. Si pudiéramos dividirlo en partes lo haríamos de la siguiente manera:

  • Propiedades físicas
  • Propiedades químicas
  • Propiedades biológicas

Las propiedades físicas condicionan enormemente el suelo. Hablamos de su resistencia a la erosión, el tipo de textura que tiene (arenoso, limoso, arcilloso o una mezcla). la disgregación que presenta, la profundidad hasta la roca madre, el drenaje, etc.

Las propiedades químicas están representadas por el contenido mineral que presenta la tierra. Es decir, los distintos compuestos que serán absorbidos por las plantas. El resultado de estos, ya sea en exceso o en defecto, ocasionaría toxicidades o carencias sobre los cultivos, que habrá que controlar.

suelo con materia orgánica

el Ph también es una propiedad química, definida por los compuestos que hay en el suelo. La mayor concentración de unos en detrimento de otros ocasionará que un suelo sea ácido, neutro o básico. ¿Cuál es el mejor? Bueno, está respuesta viene dada por el tipo de cultivo que estemos plantando. Algunos necesitan condiciones de suelos ácidos (por debajo de pH 7) , otros tirando a la neutralidad (moviéndose sobre un valor de 7) y otros suelos básicos, calcáreos, (>7).

Las propiedades biológicas, que si bien no es una propiedades sino más bien el contenido o la densidad que presenta de microorganismos u organismos, supone un factor determinante en cuanto a la calidad del suelo. Un nivel nutrido de microorganismos o organismos mayores, ya sean lombrices, gusanos, larvas, etc) mejoran las propiedades del suelo, en cuanto a que excavan galerías que mejoran el equilibrio entre la parte gaseosa y acuosa del suelo (la relación entre el agua y el oxígeno, por ejemplo), además de conseguir descomponer los restos vegetales que se encuentran de forma natural en el suelo, produciendo nitrógeno (recordad la función de los organismos rizhobios que fijan el nitrógeno atmosférico y las plantas de la familia de las leguminosas, así como su simbiosis e interacción).

Sin lugar a dudas, la presencia de este tipo de fauna en el suelo, que habita de forma natural siempre que el drenaje, el ph o las labores de cultivo por parte del agricultor sean adecuadas, mejoran enormemente las condiciones del suelo, siendo innecesario, en muchas ocasiones, no tener que labrar el suelo, puesto que por debajo de la primera capa o capa superficial (la que normalmente se agrieta por el exceso de lluvia, o se erosiona), las condiciones son muy buenas.

Cómo cuidar el suelo

A partir de lo comentado, será fácil conocer cómo mejorar el suelo partiendo de la base que tenemos. Por un lado, hay que mejorar, siempre que se pueda, el nivel de fertilidad, aportando materia orgánica que se irá recuperando conforme las plantas la vayan necesitando.

Por otra parte tenemos que cuidar que tengamos un drenaje bueno, es decir, que permita retener el agua lo suficiente para que sea asimilable por las plantas, pero que no encharque el suelo. Ante eso, el drenaje se mejora con el arado, la densidad biológica y la incorporación de materia orgánica, que mejora la textura del suelo.

Una vez tengas todo listo y creas que tu suelo tiene una buena calidad, ya puedes empezar a ver técnicas del huerto (vistas en este blog) y a empezar a plantar.

¡Que se os de bien! Saludos.